Hay fechas que se quedandentro del alma siempre grabadas,
Días inolvidables que no se pueden nunca borrar,
El día de mi boda o el nacimiento de mi chiquillo,
Ese que me llena y me da la fuerza pa continuar.
O aquel once de marzo que es como una espina que llevo clavada,
El que mas quería se marcho ese día para trabajar,
Y en la estación de la muerte ya, su vencer vino a parar.
Con la rabia contenida, viendo como nos mentían,
Por ganar miles de votos juegan con nosotros vaya cobardía,
Me da igual si fue la eta, o el terror de algún profeta.
No, nos pueden engañar, bastante es el dolor por los que ya no están.
¿Quien lo hizo?¿Que mas da?
Si mi hijo cada tarde espera a su padre sin saber que ya no volverá